¡ Judas, noooo!
¡Sácate la soga del cuello!
¡Sácate la soga del cuello!
Debes saber que Cristo, a quien entregaste,
resucitó de entre los muertos, perdonando a todos
los que le abandonaron,
los que le abandonaron,
incluso a Pedro que le negó tres veces.
¡¡Judas, por favor, no te ahorques!!!
_ Demasiado tarde, ... (Todos conocemos la historia). Judas tomó una decisión a ciegas.
Tú, que tienes la soga al cuello,
¿harás también lo mismo?
Si Judas tan solo hubiese esperado.
Para Dios no hay nada imposible.
Saca la soga del cuello
y, verás.
Saca la soga del cuello
y, verás.