Al nacer, algo faltaba en esa sala,
quizás una voz, una mirada,
unos brazos que no me sostuvieron.
Tiempo después,
entre las fotos de mamá
descubrí a quien nunca llegó.
No esperé que fuera perfecto
ni un padre ejemplar,
solo deseaba conocerlo.
Hace cuatro años
que a mi tata lo llamo papá
y de sus brazos me cuelgo.
A él, lo amo tanto
como habría amado
al hombre de la foto.
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Reflexión:
El hombre que rechaza
a su hijo al nacer
aborta y muere.
Padre es quien vive,
en el corazón para siempre.
El fantasma que aparece y desaparecea
no puede ocupar el lugar del padre.
no puede ocupar el lugar del padre.