Se sacudiò la alfombra
levantándose del piso
no se pudo evitar que la mugre
se viera en la tele.
La planta del pie
no tuvo raìz donde afirmarse
y el fruto de las manos
quedò tirado en las calles,
sin puertas ni ventanas.
Sin seguro que nos cubra,
quedamos expuestos,
desnudos e indefensos.
El temor entrò por los muros.
La seguridad se refugiò en carpas,
sin càmaras ni rejas.
Un tsunami de imàgenes
inundò las costas
de nuestras conciencias.
El epicentro fue en el corazòn
alcanzando a sentirse
en el alma de Chile.
Sueño una patria
capaz de levantarse,
sin puertas ni ventanas;
creando estructuras acorde
a una nueva existencia
libre de temores,
sin càmaras ni rejas.
